Puede resultar lamentable el saber que vivimos en un mundo tan complejo, y pasamos por el sin conocerlo… muchos hombres se han adueñado de éste, pese a que es un regalo que se nos ha hecho a todos por igual, dividiéndolo con fronteras que no son las líneas que aparecen en el mapa, si no fronteras que limitan la posibilidad de conocerlo que nos rodea, y a su vez agranda las problemáticas sociales entre quienes lo habitan. 

Lo mismo pasa con los recuerdos; algunos quieren atarse a ellos, mas nadie tiene el don de limitarlos y coartar el riesgo de vivirlos nuevamente. Y es por eso que trabajaré con el concepto del recuerdo, ya que nos permite ir y volver a ellos las veces que consideremos necesarias, además, es el único <paraíso mental> del cual no podemos ser expulsados, y el que a su vez nos hace sentir que, aunque nos veamos solos en el mismo mundo que nos restringe, no pueblan nuestra soledad, si no, la hacen más profunda… más propia... más inmortal.